BARBARIE vs JUSTICIA

"Un linchamiento es la ejecución sin proceso legal por parte de una multitud, a un sospechoso o a un reo".

Normalmente es un acto que está fuera de la Ley, y penado para proteger el orden público, ya que el Estado debe defender su monopolio de la fuerza. Se suele producir de forma espontánea por motivos sociológicos concretos, normalmente por la conmoción social de un delito concreto.

Es un negro menos y un odio social que se enardece al vernos avanzar hacia la barbarie. Es un acto de injusticia bañado por la desigualdad de posibilidades entre clases, y es a la vez una sociedad ya cansada de que el sistema se la coja una y otra vez mientras ella solo es la espectadora.

Decía el general Perón “la violencia en manos del pueblo, no es violencia…es justicia”. Desde ya que no estoy a favor de la justicia por mano propia. Pero ¿Que definición tendrán de “justicia”, las 280 familias de los muertos, en nuestra argentina, a manos de la inseguridad? ¿Podrán elevarse a un análisis sociológico, aquellos padres que ven morir a su cachorro tan solo por la desigualdad de una sociedad tan nefasta? ¿Quién será el erudito que les explique a los hijos de un padre fallecido, a manos de una basura social, el temita de las “posibilidades”? La sociedad dice basta al avance de estos “imposibilitados”; la sociedad esta cansada que el entramado “narco” gobierne la vida del pueblo que sale a laburar todas las mañanas.

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué ser contemplativo y tolerante con la escoria del sistema que ya no solo se conforma con robarnos sino que nos viola y nos mata? ¿Oyeron mis palabras anteriores? Estoy resignado al robo…ya acepto que mi sociedad tan desigual me robe aquello que me gano con el trabajo y el sacrificio diario. ¿Encima debo aceptar que me maten? ¿Qué violen a las mujeres? ¿Qué golpeen a los jubilados indefensos? ¿Qué maten a niños inocentes?......¿De qué lado de la línea está la barbarie?

“Si para estos mal vivientes su vida vale $2…no podemos pensar que la vida ajena valga más de $2”…otra gran verdad. Pero me estimada presidenta yo no tengo la culpa de eso. ¿Cuál es el escape para el laburante? Ese que es la verdadera víctima en esta historia; ese que no llega a fin de mes y no piensa en robar; ese que se desvive para que todas las noches la comida en su mesa sea el fruto de su trabajo. ¿Irse? ¿Emigrar?

¿Y el que no puede porque es pobre…pero digno? Ese que tampoco tuvo posibilidades pero para el que robar y matar no es una alternativa. Otra vez sostengo que yo tampoco creo en la justicia por mano propia…pero yo también, como la sociedad, estoy cansado.

Y enseguida nos abruman los intelectuales que nos hablan de los derechos humanos… ¿derechos de que humanos? ¿Ellos o nosotros? Y otra vez una sociedad dividida y confrontada. Blancos contra negros. Ricos contra pobres y un único vencedor…el que se beneficia de la frase “divide y reinarás”.

Pero volviendo al temita de los derechos humanos; ¿Qué derechos tuvieron los más de cien muertos en el 2014 a manos de la inseguridad? Todos saben a que me dedico…tengo tatuada en las pupilas la mirada de muchas esposas; muchos hijos; y muchos padres que no entendieron el tema de la desigualdad de posibilidades, mientras les decía que su ser querido había fallecido y que no habíamos podido hacer nada. Y si me dejan confesar, yo tampoco lo entiendo. Piensen desde Uds. Si sus hijos no volvieran a sus casas; si sus esposas fueran violadas o si sus padres jubilados fueran asesinados por estos mal nacidos…si pudieran entender la crisis social desde una mirada sociológica o si simplemente se llenarían de odio cual vecinos de barrio Ludueña. Y en otra confesión: si tuviera enfrente al asesino de mi viejo, de mi hermano o de mi hijo…desde ya, que yo desataría sobre él mi lado menos humano y haría toda la justicia que ni el Estado, ni los jueces, ni la policía, ni Dios hacen.

En frío reitero mi desaprobación hacia la justicia por mano propia…pero les aseguro que en caliente no estaría del lado del delincuente.

“En memoria de Jorge Massin…asesinado el 24/01/14 de un balazo en la cabeza en Juan Manuel de Rosas y Mendoza…el kiosquero de mi barrio”